Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Juego y rol en las Vegas: una reflexión sobre las jornadas
4-5-2016 00:58
Como organizador de eventos relacionados con el rol, los juegos de mesa y el mundo del ocio alternativo en general quisiera hacer una reflexión sobre mi experiencia en la evolución de las jornadas roleras que hacemos en San Martín de la Vega: Juego y rol en las Vegas

Hace 6 años que inicié en San Martín de la Vega el proyecto “Juego y rol en las Vegas”. Hacía un tiempo que no se celebraban jornadas en San Martín y yo acababa de incorporarme al club con mucho entusiasmo por hacer cosas. El Ayuntamiento nos cedía para la ocasión un aula grande, que se añadía a las dos aulas que teníamos cedidas para nuestra actividad habitual. En esto diseñamos unas jornadas que tuvieran por objeto conocer a otros colectivos de jugadores por la zona sur de Madrid, y a la vez darnos a conocer a estos. Aquellas primeras “Juego y rol en las Vegas” tenían como premisa básica que todo aquel que acudiera debía venir con algo preparado: una partida de rol, un juego de mesa, o cualquier otra cosa para compartir con los demás. Se trataba de llenar el espacio que nos cedían para el evento de gente con ganas de jugar y con cosas que proponer. El lema fue “por frikis, para frikis”. La verdad es que fueron unas jornadas con número de asistentes moderado, no serían más de 40 personas. Todas ellas provenientes de clubes, o grupos de juego de localidades cercana. Nos visitó la asociación Oráculo del Sur de Parla, el club Da2 de Villaverde, un grupo de juego de Aranjuez, un par de grupos de Getafe y unos chicos de Seseña. También recuerdo que vino a vernos Ismael de Holocubierta, interesándose por la actividad. Terminamos muy contentos. El objetivo parecía cumplido: habíamos conocido grupos de juego cercanos, nos habíamos dado a conocer y lo habíamos pasado fenomenal.

Al año siguiente repetimos experiencia y modelo. En esta ocasión el Ayuntamiento se fió un poco más de nosotros y nos permitió utilizar algunos espacios más, como el salón de actos del edificio, y algún aula más. Unas 4 aulas utilizamos en total si no lo recuerdo mal. En esta ocasión vinieron los mismos grupos de juego de la ocasión anterior, algún grupo más, y gente que venía de forma individual a pasarlo bien. La asistencia prácticamente se dobló. En esta ocasión contamos con la presencia de Nosolorol, y con dos masters de la editorial que dirigieron partida de “La mirada del Centinela”, un juego que aún no había salido. Tras esta edición, que consideramos un éxito, nos dimos cuenta que teníamos algo muy interesante respecto a otras jornadas: poder disponer de aulas para jugar a rol. Nos dimos cuenta que la gente que jugaba y dirigía partidas quedaba muy satisfecha. Así que nos lanzamos a por la tercera edición…

Pero esta vez cambiamos el modelo. Ya no se trataba de que otros grupos vinieran con actividades preparadas, sino que viendo que la experiencia del año anterior con Nosolorol había salido bien decidimos repetir y ampliar: vino de nuevo Nosolorol con 3 o 4 partidas, se añadió Holocubierta y alguna partida de cosecha interna de la asociación. Además el Ayuntamiento nos cedió el uso del edificio al completo. El resultado fue 150 visitantes, 12 partidas de rol, de las cuales unas cuantas eran de juegos que aún no habían salido y algunas dirigidas por los propios creadores de los juegos. De nuevo notamos que los visitantes quedaban muy contentos. Además se dió un caso curioso: empezó a acudir gente que estaba en proceso de creación de algún juego para ofrecerse a enseñarlo. Por supuesto a todos les dijimos que sí, y de paso encontramos un nuevo yacimiento que explorar para siguientes ediciones.

En esto llegamos a 2013, probablemente la cúspide de proyecto. El modelo similar al año anterior. Juntamos a varios creadores de referencia en el panorama nacional dirigiendo partidas de sus juegos, contamos con la colaboración de varias editoriales, incluso trascendemos el asunto de jugar y organizamos una mesa redonda sobre rol. Para mí fue la edición con la que más he disfrutado: 200 asistentes, más de 20 partidas de rol, muchas de ellas a juegos de rabiosa actualidad y de mano de sus creadores. Como guinda la charla rolera fue toda una delicia que no se me olvidará, duró como unas 10 horas… sin 1 minuto de desperdicio. Por cierto en esta edición uno de los espontáneos que vino a enseñar su juego fue un tipo alto, melenudo, con entradas, que vestía pantalones militares, camiseta negra y botas; me contó que tenía un juego que era la hostia… conocí Espada Negra.

En 2014 y 2015 repetimos modelo, pero notamos el desgaste en nuestro propio grupo a la hora de organizar la actividad: todo nos va costando más (algunos nos vamos casando, teniendo hijos, la vida ya sabéis). Eso se nota en una menor afluencia de gente en los ejercicios sucesivos. 2014 todavía mantiene un buen tono, pero 2015 es un absoluto desastre. No quiero ni recordar la cifra de asistentes, pero quizás sea la más baja de todo el ciclo. Aquí surge un periodo de reflexión. ¿Qué hacemos? ¿Para qué lo hacemos? ¿Qué queremos con ello?

Antes de ir con el año 2016 haré una reflexión. La verdad es que todos los años que he estado organizando jornadas u otras actividades parecidas lo he hecho por dos motivos: ofrecer una alternativa de ocio en mi pueblo y el propio placer que me proporciona hacer este tipo de cosas. San Martín de la Vega es una localidad en la que las alternativas de ocio no abundan más allá de jugar al fútbol, hacer algún otro deporte o ir a tomar algo con los amigos el que los tenga. Aquí no hay cine, ni bolera, ni una tienda a la que ir a jugar. Ni siquiera es fácil coger transporte público para ir a otro lugar a hacer otra cosa. Nuestro club de rol es una alternativa real, sencilla y barata de pasarlo bien, conocer gente e incluso tener cierto acercamiento a inquietudes creativas e intelectuales. Creo sinceramente que tenemos algo muy interesante que ofrecer a la gente del pueblo, tanto jóvenes como adultos, y creo que con Juego y Rol en Las Vegas traíamos al pueblo un menú muy bueno para degustar la el panorama rolero de la mejor manera posible. Sin embargo la iniciativa no ha tenido ningún éxito a nivel local hasta 2015. Desde la administración local nos cedían un buen espacio, nos miraban un poco raro porque no tenían demasiado claro que es lo que hacíamos con él (y no será porque no hayamos tratado de explicárselo) y la afluencia de personas del pueblo se limitaba a alguien que entraba a mirar y parecía más bien haberse equivocado de sitio. A esto se sumaba que nuestro club estaba reduciendo el número de miembros. Desde unos saludables 35 miembros acabábamos el 2015 con unos 25…

Y llegamos a 2016. ¿Qué hacemos? Yo solamente tenía una cosa clara: lo del año pasado NO! Bajo ningún concepto. Era el momento de dar un golpe de timón y cambiar el rumbo. Quizás unas jornadas en las que enseñar las novedades del panorama rolero ya no eran atractivas. Seguro que Madrid, o en España, hay gente que ya lo hace mucho mejor que nosotros, con mejores medios y mejor preparación. Así que ¿por qué no nos centramos en nuestro pueblo? ¿por qué no intentamos enseñarle a la gente de aquí el abc de lo que hacemos? ¿por qué no intentamos que los chavales de San Martín nos vean? Dado que ya hemos asumido que nuestra actividad no tenía demasiado interés per se entre el público local decidimos invadir otro evento que sí lo tiene: la jornada de eventos de deportivos. Aquí es tradición que en la semana de fiestas, el sábada anterior se celebre en el polideportivo una serie de campeonatos deportivos de fútbol sala, basket, judo, etc… y sabemos que viene la gente joven, y los niños pequeños con sus padres: BINGO! Sabemos donde van a ir y a qué hora, esta vez no se nos pueden escapar! Pedimos un pequeño aula en medio del paso a las gradas del polideportivo, montamos unas mesas de bar con unos tableros, desplegamos un par de juegos de minitaturas, un X-Wing, unos cuantos juegos de mesa y… éxito rotundo. Estuvimos toda la jornada atendiendo a chavales y a padres, hicimos alguna partida de rol espontánea en medio de una sala ruidosa (que tiempos aquellos del rol en aulas). A día de hoy, que hace 3 semanas de aquel día han venido 11 socios nuevos a la asociación y notamos que hay gente interesándose por el tema. Nunca jamás nos había pasado esto. Así que esto nos tiene que dar para pensar. El activismo rolero es enseñar el abc, la actividad local, el fomentar que se juegue, el hacer que el que no juega, si juegue, el que no lo conoce, lo conozca… y no traer Hollywood a casa (entiéndase con cariño). Todo este ciclo de Juego y Rol en Las Vegas ha sido muy bonito, me lo he pasado fenomenal, he conocido a muchísima gente, he conocido mucho mundo rolero y he disfrutado como un niño. Tengo mucho que agradecer a muchos, los de dentro, sin los que hubiera sido imposible y a algunos de fuera como a las personas de Holocubierta y Nosolorol que nos ayudaron cuando seguramente nos nos ubicaban ni en el mapa, y a Jose Manuel Palacios que ha venido siempre, especialmente aquella vez que le fue tan difícil y que si lo lee sabrá a qué me refiero.

Ahora con dos niños que han venido por el camino recorrido estos años, me veo dedicado a cosas más pequeñitas, más locales, incluso más caseras: que se juegue en mi pueblo y que se juegue en mi casa.



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