Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Parando una campaña con veinte años de antigüedad
6-11-2016 17:42
Por Verion
Desde que me empecé a tomar en serio esto del rol, siempre ha habido una campaña de Espada Negra. No era una campaña de la hermandad en sus comienzos, porque no existía la hermandad, pero sí era una partida que ocurría antes del año cero de la actual era, y de cuyos personajes se siguieron dioses y avatares actuales.

Esto ocurrió mucho antes de que hubiera un sistema propio para Espada Negra y un manual físico que se vendiera en tiendas. Mucho antes de que hubiera un juego de mesa con dos ediciones, aventuras, revistas, posters y demás material que hoy nos llena de alegría y orgullo.

Un personaje de esta campaña.

¿Cuántos jugadores han pasado por las mesas de los múltiples creadores de esta campaña? ¿Cien? ¿Más de cien? No lo sé. ¿Y cuántos personajes han muerto para darnos lugar a esta historia común que hoy está en su punto más álgido (por el momento)? ¿Mil? Se ha jugado en jadines, en bajos, en parques, en campos, en casas, en locales comerciales y en locales comunes. Se ha jugado de día, de noche, en festivos y en laborables. Se ha jugado en patios de recreo y en jornadas públicas. Hay jugadores que han recorrido cientos de kilómetros, y otros que han jugado online. Se han hecho reuniones dentro de personaje en las que se ha discutido con una altísima tensión.

Los personajes de esta campaña han hecho de todo. Han combatido, se han casado, se han separado, han tenido hijos, los han abandonado, han sido abusados, se han tenido que preguntar demasiadas veces por qué merecía la pena luchar, y sobre todo han sufrido lo que es la mierda de la vida.


No me cuesta evocar una cantidad importante de recuerdos impactantes, prácticamente imágenes que espero tener siempre en mi mente, como aquella vez en la que un arquero lobraba lo imposible con dos de sus flechas y cambiaba el destino del mundo para siempre, o esa otra en la que Sigeiror acabó en un duelo que no deseaba contra un defecto, y tuvo que pensarse durante casi un cuarto de hora su siguiente movimiento, porque sabía que la vida le iba en él. Y de la docena de asistentes que aguardó todo aquel terrible rato, ni uno solo protestó, ni uno solo dijo una puta palabra. Todo el mundo aguardó. Nadie salió a fumar un cigarrillo, nadie se tomó un un “frito”. Todo el mundo aguardó con el estómago en la garganta porque ahí se iba a morir un héroe que era un símbolo de la lucha contra el caos. Un héroe que una vez más subo tomar la elección perfecta en aquella pelea que no había elegido, y al que una vez más suerte sonrió. Y esa fortuna ahorró muchas lágrimas, porque de verdad que muchas personas habrían llorado ese día, y la moral en la lucha contra el caos se habría caído, y la historia que dentro de años se narrará en novelas habría sido muy diferente.



Sigeiror vs. Crueldad

Aún así creo que tengo más profundamente grabado un momento en el que una fuerza que no era mía reveló una señal en la pared, y por primera vez en mi vida descubrí lo que eran aplausos nerviosos. No silencio nervioso, no, aplausos nerviosos. Una mezcla de “estamos viviendo algo grande” con “la hemos cagado, pero bien”. En la partida más grande de mi vida.

Y esta campaña que ha sido una de las mejores cosas de mi vida, ahora debe pararse. Y si bien he encontrado cierta falta de fuerza en no poder superar ese momento tan grandioso, el motivo que está realmente detrás de esta decisión es la certeza de que no se puede seguir adelante sin hacer unos “spoiler” del tamaño de un gran tiburón gunear (y ya ha habido unos cuantos enormes). Así que por el momento hago el anuncio público de algo que ya sabe toda la hermandad, y es que la campaña queda detenida hasta que las novelas avancen hasta el año quinientos y pico. Esto significa que lo retomaremos probablemente en el año 2030 ó 2035. Sé que suena lejano, pero para los hermanos que estén vivos en ese momento se habrá pasado rápidamente, ya lo veréis. Yo no sé si estaré, pero no me cabe duda que lo que sí habrá será hermanos que darán un impulso a ese sueño.

Pero allá donde las espadas se doblan uno debe enderezarlas si es necesario con los dientes, y si bien el honorable camino de los dioses exige detener esta campaña nada nos impide alcanzar una nueva grandeza en una nueva campaña en la que está todo el mundo invitado a participar. No solo los hermanos, sino todo jugador de Espada Negra que quiera descubrir esta forma de jugar al rol, estas campañas de cientos de jugadores en las que la adecuada explotación económica de Espada Negra y sus publicaciones aledañas nos darán oportunidades que hasta el momento no hemos tenido.

En la actualidad estamos desarrollando una serie de medidas que nos van a llevar a descentralizar esta campaña. Es decir, a que muchos jugadores van a poder participar sin tener que esta físicamente en las que nos juntamos una gran cantidad de hermanos.

No me cabe duda de que va a ser una increíble forma de sumirse en el presente del mundo de Espada Negra, y recorrer de forma paralela lo que ya muchos van conociendo mediante las novelas.

El que se una, no se arrepentirá.




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