Hermanos Juramentados de la Espada Negra
¿Qué hice en agosto?
1-9-2015 16:03
Por Verion
En los pocos años que llevo interactuando con los jugadores de rol por internet he podido comprobar que el mes de agosto el asunto está tan vacío como las calles de la misma capital. Se diría que el activismo rolero por internet decae a niveles mínimos de actividad mientras tanto creativos como jugadores dedican su tiempo a recargar las pilas para un nuevo año laboral.

Uno de los testigos más incómodos de este abandono son las publicaciones periódicas de noticias. En años anteriores “The Freak Times” directamente cerraba sus puertas y no se veía ningún número. En la modernidad hemos podido ver que “Rol on the Line” publicaba dos números muy pequeños (el último minúsculo), y que ocin.es rebajaba también la cantidad de entradas por número hasta que se llegara a cuestionar su supervivencia a largo plazo. Quiero pensar que precisamente van a ser especialmente útiles para aquellos que han perdido contacto estas semanas.

A algunos de los grandes solo se les ha podido ver en jornadas, y lo digo porque este servidor no se ha perdido casi ninguna (como es costumbre de la casa) y he podido llevar cierto registro mental de cómo se asumen las vacaciones creativas. Casi da la tentación de pensar que esta situación de parada sea permanente. Algunos nos hemos hecho preguntas coincidiendo con este periodo, y da la sensación de que el motor no vaya a volver a arrancar. No creo que esa situación se de en absoluto, aunque creo que tenía ciertas cosas positivas.

Pero permítanme que haga un símil callejero de moda. Durante agosto hay plazas para aparcar, y no hay que pagar incómodos parquímetros. De acuerdo, no hay negocios abiertos, pero para algo inventamos el microondas, y es cómodo ir a la partida de turno, o a una reunión, o simplemente a encontrarnos en los brazos de nuestra amante. Hay muchas menos distracciones, y las voces más oportunistas están a otros asuntos porque dicen que en agosto no hay mucho asunto.

Para mí agosto es un mes genial. Hago lo que todos los meses del año de mi vida: soy responsable de sistemas, acudo a jornadas y me dedico a crear. Por supuesto, escribo artículos al mismo nivel que el resto del año y participo en las actividades que tengo acceso, como siempre. A veces puede tener sus aspectos negativos, pero no querría estar haciendo otra cosa.

Como he dicho, incluso me gusta lo vacías que están las calles. No es que me gusten vacías en sí, pero hay ciertas consecuencias del llenazo que monopolizan mi pensamiento y me frustran. Durante agosto he podido centrarme con cierta facilidad en escribir novela, que es una de mis actividades favoritas. Espero poder conservar esta calma mental en el tiempo y acabar el texto en curso durante este mes, si es que no viene cargado de broncas y problemas.

Muchas personas han encontrado un rato para leer la primera novela que publiqué hace pocos meses, “La Última Luz”, y soy consciente de ello por varios motivos. El primero, que me llegan muchas críticas en interesantes conversaciones que me llenan de alegría. El segundo, que hemos vendido muchas novelas en las jornadas, y el tercero, que se venden por otros medios.

En esta notable aventura del “Paga lo que quieras” en físico hemos contado con el apoyo de “HT Publishers”, pero también de “Tesoros de la Marca”, donde esta novela no duró demasiado. En la actualidad vuelven a estar repuestos de este material. Quiero aprovechar para agradecer a ambos su colaboración con este modelo de actuación.

He sentido que este verano ha sido para mí un experimento tremendamente interesante del que aún no tengo conclusiones en torno a este fenómeno del “paga lo que quieras” por material físico en España. Tengo la ilusión de que haya supuesto empuje a esta forma de actuar por ahora más ligada a la creaciones digitales y desde luego a la saga de novelas de Espada Negra.

Para mí este agosto ha sido un imponente mes de cambio de actitud, aunque todo el verano lo ha sido. Aún tengo mucha información por recibir y asimilar. Estoy muy decidido a seguir creando y no meterme en peleas, y aún así defender mis principios con fuerza (¡sin meterme en peleas, sí!).

Así que nos vemos por las calles. Si no nos paramos en un atasco y si conseguimos aparcar, claro.


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