Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Los avatares destruyen a Codicia mayor
31-8-2015 12:59
Por Verion
Como algunos sabrán, este fin de semana hubo mini jornadas del juego de rol de Espada Negra. En ellas jugamos una partida para invitados (sábado por la tarde) una partida de la hermandad en sí (sábado por la noche) y una partida especial para determinar qué defecto era eliminado por los avatares (domingo por la tarde) en la que se determinó que la codicia caería a manos de los avatares. Voy allá con cómo resolvimos esta situación.


Todo este tinglado tiene su origen en la creación de los avatares del crowdfunding del juego de rol. Estos seres tuvieron unas importantes elecciones en sus manos, que han dado lugar a una serie de circunstancias de importante tamaño para el mundo, y a unas ilustraciones muy interesantes que se podrán ver en el primer número de la colección “Trece Runas”.

Uno de los eventos más importantes fue que tres avatares decidieron utilizar el trasfondo “defensor del orden”, lo que daba lugar a que un defecto mayor fuera eliminado por dichos avatares en una ilustración conmemorativa que en este caso será utilizada como portada.

La idea más sensata era que los involucrados eligieran qué defecto destruir, pero pensé en hacer un proceso que involucrara a más personas y que fuera divertido. Se lo comenté a los afectados, y les pareció bien, así que en la hermandad nos pusimos a ello. Por desgracia las opciones más interesantes no eran viables porque la decisión tenía que tomarse con prisa. Así que me puse manos a la obra y preparé un evento rápido y de carácter bastante desenfadado y gamberro.

La primera fase consistió en que los usuarios de la web votaran a sus defectos “candidatos” para esta desaparición en una encuesta, sin que nadie supiera del todo bien qué significaba. Era importante, puesto que desencadenaría los eventos posteriores.

Los jugadores podían elegir encarnar a uno de estos defectos en el más allá. ¡Sí, los jugadores eran los malos, y el Creador por una vez los buenos! Armeniam había bajado sus defensas, y los defectos aprovechan para atacara e intentar hacerse con el control del poder que quedaría tras su muerte.

Parte del interés de todo esto era también darle una de las últimas pruebas al sistema de batallas que queremos publicar en este número de “Trece Runas”, para el que el entorno de una batalla en el más allá sería muy trascendente.

Los jugadores pudieron elegir entre los defectos más votados. Siendo seis, los jugadores se repartieron a simpleza, falta de personalidad, falsedad, inconstancia, codicia y conveniencia.

Las condiciones para vencer eran simples: se trataba de ocupar el templo a Armeniam en el centro del campo de batalla, pero para meter un poco de esa salsa de traición defectuosa, cada jugador recibió la misión adicional de eliminar a otro defecto. Esta asignación se hizo al azar, y de hecho el Creador no sabía nada.

El campo del (des)honor

Los jugadores empezaron ocupando ciertos objetivos sobrenaturales vitales para la toma de la fortaleza central, pero cada cual había sufrido unas bajas que les complicaban las cosas. Les expliqué entonces que pondría una encuesta en google plus y que recibirían refuerzos en función a los votos que cada defecto recibiera. Cada cual argumentó sus ofertas a los mortales… ¡y entonces me encontré con que la red social favorita de algunos roleros no me dejaba poner seis opciones! Los defectos votaron a quien dejaban fuera, y se decidieron por conveniencia, quien se fastidió a base de bien.

El asalto a la fortaleza de Armeniam fue peligroso y lleno de traiciones y ataques, tras lo que solamente quedó en pie la codicia, que tomó el templo y se preparó para tomar el templo…

¡Cuando aparecieron los tres avatares! Bajar la protección de Armeniam había sido una trampa para lograr que los defectos combatieran entre ellos, tras lo que estos tres avatares acabaron con la citada codicia mayor.

Los justos también conspiran.

El secretismo parcial en cómo iban a funcionar estas encuestas fue una parte primordial y bastante divertida del concepto. Resultó una experiencia, como se anticipaba, bastante gamberra y divertida, y también bastante poco justa, pero nadie protestó: es el mundo de los defectos, a fin de cuentas, sería paradójico que pidieran justicia cuando precisamente atacaban la fortaleza de Armeniam.

Quiero aprovechar para agradecer a todos los que participaron en la partida y en estas encuestas por dar lugar a una partida diferente y difícil de olvidar, y por supuesto citarlos a futuras experiencias interactivas que cambien el destino del mundo de Espada Negra.


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