Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Sangre y tuétanos (LES 2013)
4-10-2013 22:33
Por Verion
Hace un par de días incluí mi crónica sobre la partida "Canon" jugadas en las LES 2013. No fue la única partida de Espada Negra que dirigí en ese contexto, y lo cierto es que se produjo una al día siguiente que... bueno, también era canon... solo que en realidad tampoco tenía demasiada trascendencia.

Se daba la circunstancia de que el día anterior había jugado la partida "El jefe Nairo" que citaba antes, y había costado desarrollar ambiente por la falta de silencio que se agradece en un juego de rol, pero me propuse conseguir algo de ambiente pese a las dificultades y me saqué de la manga una partida en un pueblo maldito. Una hoja por las dos caras... y una de las dos caras eran las fichas de los PNJs, no se crean.

Debido a las circunstancias puntuales de la partida tuve a cinco jugadores en la partida. En principio la había planeado para cuatro dado que el tiempo estaba MUY limitado. Bueno, no es problema. Me atrevo con todo. Y resulta que algunos de los jugadores tenían poca experiencia en el rol. ¡No hay problema, así saborearán una mortal experiencia! Y cuatro de cinco son chicas. ¡Ja, para que vengan con estereotipos!

Total, que los jguadores se hacen unas fichas de nuevo simplificadas. Son mercenarios de una banda que ha hecho un par de buenos trabajitos, y la corrección los contrata para llevar a cabo una investigación sobre una desaparición en un pueblo perdido, con autoridad para emplear la fuerza letal contra el culpable, dado que la corrección está muy liada para andarse con chorradas.

La aventura debía ser una investigación en la que los personajes se encontraran con cinco PNJS importantes y los fueran conociendo para descubrir cual era el "nigromante escondido". Pero este haría esfuerzos por eliminar a todos los PNJS restantes aprovechando la presencia de los personajes de los jugadores (y liándolos).

En la parte del ambiente yo me sentí cómodo. Pese a tener la voz tocada creo que logré imponerme al ruido y que la imagen de "pueblo maldito" llegó a los jugadores... al menos un poco.

La nota más curiosa la pusieron los propios jugadores; al no conseguir lugar donde dormir (todos estaba cerrado) la primera noche, decidieron descansar en un silo - granero. Como las ventanas eran pequeñas (no cabía una persona) decidieron apilar sacos frente a la puerta. Todo genial, a descansar.

Bueno, pues resulta que los vampiros de Espada Negra son unos seres delgaduchos y miserables (solo toman líquidos corporales, sangre, tuétanos, ojos...) que pueden caber por esas ventanillas. Así que entraron dando un susto al que estaba de guardia. ¡Y comenzó el caos!

Los dos jugadores más veteranos se aclararon con respecto a sus acciones, pero los restantes tres tomaron una actitud muy variada incluyendo combatir a veces o retirar sacos de la puerta (su propio "seguro", qué ironía). El encuentro en realidad era superable, pero de ahí ya salieron bastantes personajes heridos, y... bueno... cuando lograron salir corriendo del lugar uno de los jugadores decidió que su personaje se quedara a luchar contra todos los vampiros. Total, que se bebieron su sangre, sus ojos, rompieron sus huesos, y se bebieron sus tuétanos. Sus restos fueron apareciendo por el resto de la partida.

La cosa fue un poco así, pero con más chupasangres


El resto de personajes corrieron hacia la iglesia, se escondieron en barriles o tomaron otro tipo de actitudes heroicas. Los que fueron a la iglesia no pudieron entrar: los mordiscos de los vampiros despertaban el miedo, así que casi se congelan en la calle nevada.

La investigación en verdad no fue mal. Empezaron sospechando del noble, el cual parecía extremadamente culpable, y apoyaron una acción de la "milicia" para cargárselo. Pero no era el vampiro. Sumieron en una depresión al sacerdote, el cual tenía una personalidad un rato grillada de por sí, así que acabó quemando a los fieles refugiados dentro del templo y cayó en combate ante el líder de la milicia.

Este apunto a la jefa de las prostitutas, pero a los jugadores ya les olía raro y tomaron una acción para investigar al tío que dio con suficientes pruebas para considerarlo culpable. Combatieron con él en el camino al bosque, y lograron vencer, pero tampoco muy sueltos.

Los cazadores volvieron un poco más expertos. Habían perdido a un miembro, y otros dos habían sido mordidos por las criaturas (no saben si estas contagian), y la vida en el pueblo había quedado seriamente comprometida. No quedó muy claro si se acercarían a sus jefes a intentar cobrar, o más bien intentarían huir a Harrassia.

Yo me lo pasé como un enano, pero lo mejor es que algunos de los jugadores se han apuntado a una campaña que ahora estamos jugando. ¡Alabada sea la Espada Negra!

A posteriori me di cuenta de que un combate únicamente contra vampiros es un rato coñazo. Se mueren de una hostia... cuando les das, y ellos hacen una cantidad miserable de daño... una aventura a dirigir con cuidado.


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